Una joven mujer con el síndrome de memoria reprimida de pronto recuerda que su padre la abusó de pequeña. Esta revelación rompe su familia aparentemente normal cuando presenta cargos contra su padre, que luego aparece muerto.

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Cuando tres personas sin vínculo, pero conectados con casos que fueron tratados por la detective Benson (Mariska Hargitay) son halladas asesinadas bajo formas rituales, toda la evidencia apunta a Benson como el verdadero blanco de la violencia. Mientras lucha con la culpa por estos asesinatos, Benson sigue buscando al asaltante a pesar de las advertencias del FBI de que podría estar en peligro.

Cuando tres personas sin vínculo, pero conectados con casos que fueron tratados por la detective Benson (Mariska Hargitay) son halladas asesinadas bajo formas rituales, toda la evidencia apunta a Benson como el verdadero blanco de la violencia. Mientras lucha con la culpa por estos asesinatos, Benson sigue buscando al asaltante a pesar de las advertencias del FBI de que podría estar en peligro.

Cuando roban un bebé a su madre en una tienda de abarrotes, los detectives Benson (Mariska Hargitay) y Stabler (Christopher Meloni) pronto descubren que el secuestro es solo la punta del iceberg en un plan de robo y venta de bebés.

Cuando roban un bebé a su madre en una tienda de abarrotes, los detectives Benson (Mariska Hargitay) y Stabler (Christopher Meloni) pronto descubren que el secuestro es solo la punta del iceberg en un plan de robo y venta de bebés.